El curado de hormigón es un proceso que se lleva a cabo para que el concreto tenga unas mejores propiedades y consiste en mantener el hormigón en un ambiente húmedo durante varios días después del vaciado, buscando así que este material tenga una mejor resistencia y evitar posibles rajaduras en su superficie.
De hecho, este proceso se lleva a cabo para evitar que el sol y el viento, principales agentes perjudiciales, lo dañen en demasía y, sobre todo, que estos agentes lleguen a la mezcla. De este modo, el concreto alcanza un porcentaje significativo de su resistencia con tan solo siete días de proceso de curación.
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Pasos para lograr un correcto curado del hormigón
Cabe decir que hoy en día existen diferentes formas de hacer este curado, pero el objetivo siempre es el mismo, el de tener una garantía de humedad en el hormigón y que así desarrolle las características que lo harán ser un material con mayor resistencia y mejor calidad.
De este modo, el primer paso que tendremos que dar será el de aplicar agua de manera continua y directa sobre el concreto que, por lo general, se encuentra ya armado en las vigas o con la forma definitiva. Así estamos logrando que la estructura se mantenga firme y sea perfecta para ser insertada, por ejemplo, como viga de carga.
El siguiente paso sería el de colocar unas mantas o alfombras empapadas con agua para cubrir el concreto. Lo ideal es hacer tapados por zona para que no quede ningún hueco libre. Con estas mantas saturadas estaríamos logrando que el agua empapara el material y lo hiciera más resistente una vez que se secara.
En definitiva, este proceso consigue que el hormigón sea un material mucho más resistente y duradero. En Estructuras de hormigón Rubio y Navarro somos especialistas en estructuras de hormigón, forjados y cimentaciones en Madrid y Toledo. Contáctanos para más información.