Por encofrar se entiende la elaboración de un molde o una serie de moldes, bien sean temporales o fijos, que van a dar la forma a un muro de hormigón. Esta técnica se remonta a tiempos del Imperio romano, cuando comenzaron a utilizarse las primeras estructuras de este material.
El molde que dará la forma al muro de hormigón se va a ir rellenando y por ello es importante importante que el armazón se refuerce con varillas de hierro para que el encofrado adquiera una mayor solidez y también estabilidad. Una vez que el material se haya solidificado, se procederá al desencofrado, que consiste en desmontar la estructura descrita anteriormente destinada a dar forma al muro. Para facilitar este proceso es necesario impregnarla con un aceite específico que impide la adhesión. Este producto se puede utilizar antes de proceder al relleno de hormigón o bien unos días antes del desencofrado. El hormigón tarda en fraguar un plazo que oscila entre 10 y 30 días.
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Tipos de encofrados
Se pueden diferenciar varios tipos de moldes o armazones destinados a proceder al encofrado de un muro de hormigón. Existen moldes horizontales y verticales y ambos utilizan elementos auxiliares para sustentar las estructuras.
En otros tipos de encofrados, como por ejemplo el modular, se utilizan porciones prefabricadas de metal o plástico, que pueden reutilizarse. Por otro lado está el encofrado tradicional, en el que se usa sobre todo la madera para realizar la estructura. El de tipo estructural se caracteriza por utilizar tubos huecos que funcionarán a modo de pilares y columnas. Se puede citar también el denominado encofrado perdido, que tiene como principal peculiaridad que no pretende recuperar la forma que se diseñó durante el moldeado.
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