Al trabajar con hormigón, uno de los elementos más importantes es el recubrimiento de armaduras. Se entiende, por recubrimiento, el espacio que va desde la armadura (incluyendo los elementos pasivos) hasta la parte exterior más cercana de la pieza de hormigón. El recubrimiento define, en gran medida, la durabilidad de la estructura, pues protege los elementos metálicos de la corrosión y de las condiciones ambientales.
El grosor y las condiciones de la armadura se definen en función del tamaño del árido empleado en el hormigón, de las condiciones ambientales, del diámetro de las barras empleadas en la armadura y del control de ejecución deseado. Estos parámetros se recogen en la norma EHE 08 que regula como debe emplearse el hormigón para elementos estructurales desde lo referente a materiales y sus características técnicas, como en lo referente a equipos y ejecución de proyectos.
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Motivos por los que se realiza el recubrimiento de armaduras
El principal motivo para recubrir las armaduras en las construcciones con hormigón es protegerlas de los elementos que pueden debilitar su fuerza estructural. Dicho de una manera más técnica, el recubrimiento de la armadura es el encargado de garantizar las capacidades mecánicas de la estructura al tiempo que aseguran su durabilidad durante el tiempo de vida previsto.
Comportamiento mecánico
El comportamiento mecánico de una estructura de hormigón armado depende de su capacidad para que tanto las barras de acero corrugado como el recubrimiento de armaduras respondan a las tensiones de forma solidaria. Para que el comportamiento del hormigón armado sea el deseado, las barras de acero deben estar perfectamente unidas al recubrimiento. Cuando se produce una tensión, las barras de la armadura transmiten esa tensión al hormigón, permitiendo que este disipe la tensión de manera adecuada. Si el recubrimiento de una zona no es el adecuado, cuando las barras de acero transmitan las tensiones al hormigón este podría separarse de la armadura debilitando así la estructura.
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Durabilidad
El revestimiento es clave para proteger a la armadura del medioambiente y de elementos externos. El acero, en contacto con el aire, la humedad u otros agentes, puede oxidarse o deteriorarse comprometiendo la estructura. Para evitar el deterioro del acero, un buen recubrimiento es clave. Un recubrimiento demasiado fino puede permitir la entrada de humedad a través de diversos ciclos de lluvia y secado. Un recubrimiento demasiado grueso, por contra, puede provocar la aparición de fisuras, permitiendo que el aire y otros agentes corrosivos dañen la armadura.
Empresas de estructuras de hormigón
El recubrimiento de armaduras en elementos estructurales es clave para garantizar el tiempo de vida y las propiedades de la estructura. En Rubio & Navarro contamos con la experiencia y formación necesarias para la construcción de estructuras de hormigón que cumplan con su cometido estructural, asegurando su durabilidad durante el tiempo de vida proyectado. Contacta con nosotros a través de nuestros números de teléfono 691 579 186 o 691 579 187 o si lo prefieres a través de nuestros correos electrónicos rubionavarro7800@gmail.com o buenaventuranavarro@hotmail.es.