El hormigón visto, fabricado a partir de cemento, áridos, agua y agregados, es aquel que logra mantener su vida útil tal y como está presentado, pero tras suprimir encofrados o tratamientos superficiales en cualquier edificación. La elección de los materiales usados en este tipo de hormigón es más selecta, especialmente si se compara el hormigón visto con otros hormigones tradicionales.
Si algo destaca a este hormigón es el bajo mantenimiento, ya que el material no se deteriora a medida que pasan los años, por lo que es perfecto para contar con fuertes estructuras de hormigón. Por lo tanto, su durabilidad es elevada, sobre todo por su gran dureza. Su instalación es rápida y, tras su instalación, se puede mantener limpio sin grandes dificultades.
En cuanto a la estética, cabe destacar que dejando crudo este hormigón se evita la aplicación de capas de pintura o acabados finales que encarecen la obra.
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Los usos del hormigón visto en la actualidad
Anteriormente, este hormigón era usado para construir viaductos o en naves industriales, lugares donde no se valora la aplicación de pinturas u otros acabados. Sin embargo, poco a poco, sus usos se han ido extendiendo a todo tipo de edificaciones.
Entre los usos más destacados, además de los que se han comentado anteriormente, están los residenciales (residencias o habitaciones), comerciales (centros comerciales o tiendas de menor tamaño) y su aplicación en pavimentos o caminos, especialmente en lugares con elevada humead (al aire libre o en interior), ya que su ventaja en cuanto a durabilidad, entre otras, lo convierten en un material perfecto.
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