El hormigón es uno de los materiales de construcción por excelencia. Y aunque parezca que es un invento bastante actual, se ha descubierto que en la antigua Roma también lo utilizaban para sus construcciones.
El concreto, como ellos llamaban al hormigón que habían creado, era un material más resistente incluso que el que conocemos. No en vano, sus construcciones aún siguen en pie en nuestros días. Dos mil años después todavía podemos contemplar esas obras. Y, muy probablemente, la responsable es esta mezcla de cal, roca volcánica y agua del mar.
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En busca de un material duradero y ecológico
Investigadores actuales han dado con la receta exacta de esta mezcla que hará que perdure en el tiempo tanto como el de los romanos. Tomaron los datos escritos por el arquitecto romano Vitruvio. Hicieron la mezcla y lo dejaron seis meses. Posteriormente, lo observaron por el microscopio y vieron agrupamientos de una forma de mineral. Estaban constituidos por la unión de la piedra caliza y el polvo volcánico. Se dieron cuenta de que esa formación impedía que se propagasen las grietas.
Además de durar más en el tiempo, su elaboración es menos contaminante. Solo necesita ser calentado a 900 ºC a diferencia de los 1450 ºC que se utilizan en la fabricación del producto moderno.
Los investigadores sugieren que este material podría ser utilizado para aljibes y otras estructuras frente al mar o para proteger desechos peligrosos. Los romanos crearon un aglomerado parecido a una roca que con el intercambio químico con el agua del mar se hace más resistente. Aún quedan en pie rompeolas y muelles construidos por los aquellos.
A diferencia del material romano, el moderno se deteriora al contacto con el agua del mar. Por eso, este descubrimiento de la fórmula de la antigua Roma será un gran avance en el mundo de la construcción.