Los forjados se utilizan en la construcción para reforzar horizontalmente los elementos estructurales. Los forjados unidireccionales son fundamentales a la hora de realizar trabajos de mantenimiento de estructuras. Sobre estos forjados, el peso de la estructura que se va a construir se distribuye en una sola dirección.
Este tipo de entramados se emplean en trabajos de rehabilitación, en construcciones de nueva planta y en trabajos de reforma y ampliación. Sobre ellos, las vigas transmiten el apoyo hacia los pilares y estos hacia los cimientos de la construcción.
¿Qué tipos de forjados unidireccionales existen?
En función de su material, nos encontramos con tres tipos diferentes.
Forjados de madera
Este tipo de forjado ya casi no se usa, pero fue muy común en los inicios de la historia de la construcción. Actualmente, se ha cambiado la madera maciza por láminas de madera. Estas láminas se unen mediante una cola especial para crear nuevas estructuras como, por ejemplo, los sistemas de cajón o los tableros contralaminados.
Forjados de hormigón
Se trata del material más utilizado en la construcción y el que más carga puede soportar. Los forjados más usuales son los de bovedillas de hormigón y los de viguetas. A la hora de colocarlos, deben ir siempre en un mismo orden. Comienzan desde los pilares hacia las vigas y, a continuación, de las vigas hacia las viguetas y las bovedillas.
Forjados metálicos
Es el tipo de forjado unidireccional más empleado cuando no es posible utilizar el de hormigón armado. Sirve, por ejemplo, en los trabajos de rehabilitación o restauración. Es más ligero y flexible y tiene un montaje muy rápido. Para su instalación, se coloca una chapa que irá fijada a la estructura metálica. Esta servirá como soporte para el hormigón.
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