¿Te enfrentas a la elección del sistema constructivo ideal para tu proyecto? El forjado de chapa colaborante se posiciona como una alternativa versátil, eficiente y resistente que combina las ventajas del acero y del hormigón. En este artículo, exploraremos en profundidad todo lo que necesitas saber sobre este sistema, desde sus características y ventajas hasta su proceso de instalación y aplicaciones.
¿Qué es el forjado de chapa colaborante?
Es un sistema constructivo que se utiliza para la creación de losas de entrepisos en edificaciones. Está compuesto por dos elementos principales:
- Chapa grecada de acero: aporta resistencia a la flexión y colabora con el hormigón en la compresión.
- Hormigón: actúa como capa superior, rellenando las grecas de la chapa y proporcionando resistencia a la compresión.
La unión entre la chapa y el hormigón se logra mediante conectores metálicos, creando una estructura monolítica que trabaja en conjunto.
Ventajas del forjado de chapa colaborante
- Versatilidad: se adapta a diferentes proyectos, desde viviendas unifamiliares hasta edificios de gran altura.
- Rapidez de ejecución: su instalación es rápida y sencilla, lo que reduce los tiempos de construcción.
- Ligereza: reduce el peso total de la estructura, lo que es ideal para proyectos con limitaciones de carga.
- Resistencia: ofrece una alta capacidad portante y resistencia al fuego.
- Durabilidad: es un sistema de larga vida útil con un bajo mantenimiento.
- Eficiencia económica: ofrece un buen balance entre costo y rendimiento.
Aplicaciones de este tipo de forjados
- Edificios residenciales: viviendas unifamiliares, edificios de apartamentos, etc.
- Edificios comerciales: oficinas, locales comerciales, naves industriales, etc.
- Obras públicas: puentes, viales, etc.
Instalación del forjado
- Preparación de la base: se coloca una capa de hormigón de limpieza sobre la estructura portante.
- Colocación de la chapa: se instalan las placas de chapa grecada sobre la base de hormigón, fijándolas a la estructura mediante conectores.
- Vertido del hormigón: se vierte la capa superior de hormigón, rellenando las grecas de la chapa y vibrando para eliminar las burbujas de aire.
- Fraguado del hormigón: se deja curar el hormigón durante el tiempo necesario para alcanzar su resistencia final.
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