En la actualidad, existen diferentes tipos de forjados para placas de hormigón, entre los que se encuentran los forjados de placas alveolares y los forjados reticulares, aunque lógicamente no son el mismo producto. No obstante, es cierto que ambos presentan muy buenos resultados, a continuación os hablamos un poco más de cada uno de ellos.
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¿Qué son los forjados de placas alveolares?
Estos forjados se diseñan de manera unidireccional y autoportante para que pueda comportarse como un elemento de mucha resistencia, incluso en los casos en los que no sea necesaria la colocación de la losa para la resistencia de las cargas de servicio.
Es decir, un producto que destaca por sus excelentes acabados y por brindar soluciones de hormigón que abarcan desde las placas más grandes hasta las más pequeñas. Igualmente, hay que destacar que este material es bastante peculiar, puesto que ofrece la posibilidad de poder usarlo sin una losa superior de hormigón, lo que lleva a una mayor manejabilidad para usarlo en diferentes espacios.
¿Qué son los forjados reticulares?
Estos forjados son bastante particulares, pues están formados por una cápsula de nervios de hormigón armado de corta distancia y pequeña anchura, lo que hace que las cargas puedan repartirse en hasta cinco direcciones simultáneamente.
De este modo, el peso se reparte de una forma más equilibrada, llevando a la supresión de vigas y sustituyéndolas por capiteles, que son los encargados de recibir las cargas del forjado para distribuirlas por los pilares.
En resumen, los forjados de placas alveolares tendrían un mayor refuerzo de hormigón, mientras que los segundos forjados reparten las cargas de una manera más equilibrada. Si necesitas a profesionales del sector del hormigón, te aconsejamos que te pongas en contacto con nuestra empresa Hormigón Rubio y Navarro, ya que somos especialistas en forjados y estructuras de hormigón.