El cemento es un conglomerado formado a base de caliza y arcilla que endurece en contacto con el agua. Su uso en la construcción está muy generalizado gracias a su versatilidad y aceptación a la incorporación de aditivos, los cuales hacen posible que este material se adapte a las necesidades para las que se ha fabricado.
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Estas son las fases de fabricación del cemento
Explotación y extracción
Tras la explotación de la materia prima a cielo abierto mediante excavadoras o voladoras se transporta para su posterior trituración. Este proceso se realiza en dos etapas: en la primera se reduce el grano hasta 1.5 cm y se verifica su composición química, en la segunda se obtiene un tamaño de 2 mm.
Molienda
Tras almacenar el material en capas uniformes para dosificarlo correctamente se procede a su molienda, obteniendo un material de gran finura y favoreciendo su posterior cocción en el horno.
Clinkerización
En primer lugar, se precalienta la materia prima mediante ciclones para facilitar su cocción. Para ello, se introduce en la parte más alta de la torre de cocción y desciende hasta alcanzar una temperatura de 1000ºC. Para conseguir las reacciones químicas que dan lugar al clinker el horno dispone de una llama que alcanza los 2000 ºC. Por último, se inyecta aire frío en la mezcla y se le añaden aditivos antes de proceder a la molienda del clinker.
Gracias a las variaciones en las cantidades de los componentes de la mezcla existen diversos tipos de cemento con diferentes usos. El cemento de endurecimiento rápido para usarlo en encofrados, el de bajo calor para la fabricación de hormigón en masa o el resistente al sulfato para la reconstrucción de cimentaciones son algunos ejemplos.
En Estructuras de Hormigón Rubio & Navarro nuestros profesionales llevan utilizando durante más de sus 20 años de experiencia el cemento como material predominante en la fabricación de cimentaciones y forjados.